La próxima semana, la aceleradora de startups de Telefónica, Wayra, (www.wayra.org) abre el proceso de presentación de candidaturas para las academias de Madrid y Barcelona. Las plazas disponibles son 20: 10 en cada ciudad. Esto significa que los proyectos seleccionados recibirán una inyección de 40.000 euros y Telefónica participará con un capital de entre un 5% y un 10% de la sociedad. Sin embargo, lo más valioso es que los equipos elegidos podrán trabajar en las extraordinarias instalaciones de Wayra en Madrid o Barcelona y podrán contar con el apoyo de mentores y expertos internacionales para llevar adelante sus proyectos de base tecnológica.
Pos publicado en:tambiensomosasi.es
Blog de la Asociación de Amigos de la Marca España, donde se da voz a iniciativas que muestran que éste es un país repleto de talento creativo e innovador. Wayra es uno de los mejores ejemplos.
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Jueves 23 de enero de 2014. Es media mañana en la academia de Wayra, en un día de puertas abiertas, en el que nuevos emprendedores presentan sus ideas a Paloma Castellano, que dirige la Academia de Madrid. Los jóvenes tienen cinco minutos para defender su proyecto y a cambio reciben un feed back de 25 minutos, a través del cual se evalúa su viabilidad.
Mientras tanto, equipos de jóvenes trabajan entre ordenadores y pizarras repletas de ideas y de mensajes en positivo. La luz de la Gran Vía se cuela por las ventanas, en un día luminoso y alegre. Pero nadie desplaza su mirada al paisaje: Los equipos de jóvenes que pronto acaban su periodo de aceleración en Wayra continúan dedicados con pasión a sus proyectos. Apenas levantan los ojos de sus ordenadores y no sienten ninguna curiosidad por lo que ocurre fuera de las reuniones con sus compañeros. Es como si estuvieran sumergidos, burbujeando en una enorme pecera. Sorprende el silencio de este ecosistema creativo, donde se cuecen ideas de futuro. Tan concentrados y absortos en su nube están, que ni siquiera detectan la presencia de alguien ajeno. El futbolín, el bar y los espacios de ocio, permanecen desiertos. No hay tiempo que perder: en Wayra se trata de adelantarse al futuro.
Todos ellos saben que Wayra (palabra que alude a un viento quechua de transformación) puede cambiar su destino y su futuro profesional. Es la oportunidad de que su proyecto pueda triunfar.
De hecho, es exactamente lo que le ha ocurrido a Zuzeen, una startup acelerada por Wayra que se ha fusionado con la compañía estadounidense Rushmore, con sede en Nueva York. Como parte de la operación, la compañía ha obtenido 1,2 millones de dólares en la ronda de financiación liderada por Kibo Ventures.
Zuzeen está cerrando su proceso de aceleración en Wayra Madrid, donde fue elegida entre más de 400 proyectos en la tercera generación de startups. Sus creadores han desarrollado una plataforma online para relacionar a artistas y bandas con sus fans a través de Internet. Es uno de los proyectos que ha triunfado, pero hay muchos más, en ámbitos como las aplicaciones móviles; los servicios financieros, big data, e-commerce, e-health, e-learning o smart cities. Todos ellos, enmarcados en las megatendencias de futuro.
La misión de Wayra es facilitar el desarrollo de la idea y, en una fase posterior, poner a los emprendedores en contacto con inversores y socios de negocio. Para los emprendedores, Wayra es la plataforma mágica que permite que se cumplan sus sueños. Las cifras lo dicen todo: En tan sólo dos años, Wayra ya tiene presencia en 12 países (España, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Republica Checa, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela) y en sus convocatorias ha recibido más de 20.000 propuestas de nuevos negocios digitales. Lo más parecido a correr un maratón, a lo que por cierto están acostumbrados los dos grandes impulsores de la aceleradora: El consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez Pallete, y el CEO de Wayra, Gonzalo Martín-Villa
Según Gonzalo Martín-Villa, Wayra ya es la mayor aceleradora de startups del mundo. Su crecimiento ha sido vertiginoso: en 2011 se aceleraron 64 empresas, en 2012 fueron 111 y en 2013, suman 122. En ese tiempo récord, Telefónica ha invertido en 295 empresas creadas por jóvenes de 12 países. “Mucho talento que hasta entonces no tenía oportunidades, con proyectos muy disruptivos y muy chulos”, resume el CEO de la compañía.
Esto significa que, a través de Wayra, Telefónica está presente en las grandes ideas que van a cambiar el mundo, desde su gestación. Las academias de Europa y Sudamérica convierten a la empresa española en un potente catalizador de talento a nivel mundial. Ése precisamente era el objetivo, según Gonzalo Martín-Villa: “Wayra es la alternativa a Silicon Valley”.
Telefónica ha logrado multiplicar por dos el dinero que ha invertido. Pero más allá de la rentabilidad, se trata de un modelo innovador que garantiza a la empresa española su liderazgo en los modelos de negocio del futuro. Y tutelará todo el proceso: Desde el momento en que los proyectos nacen, hasta que son comerciales y alcanzan el éxito. La idea, evidentemente, es muy buena. El proceso, además, es emocionante.
La aceleradora Wayra continúa a toda máquina. A buen seguro, pronto habrá más academias Wayra en otras ciudades Europeas y a nadie extrañaría que llegue a canalizar el talento digital de otros países emergentes o incluso Asia.
Su proyecto revolucionario supone adelantarse a las nuevas formas de trabajar, de crear, de producir y de conseguir rentabilidad. Su búsqueda persigue resolver problemas y encontrar soluciones en las que no ha pensado nadie, siempre desde una base tecnológica e innovadora. Esta locomotora avanza al ritmo de un tren bala. Lo más estimulante es que en su viaje va cargada de gente joven con muchas ilusiones, optimismo, buenas ideas, confianza en el futuro y sin miedo al riesgo. También cuenta en el balance de resultados y es lo que el CEO de Wayra define como “rentabilidad social”.
Precisamente Gonzalo Martín-Villa es el máximo exponente de esa filosofía vanguardista: ejerce un nuevo tipo de liderazgo donde no existe la corbata ni las malas caras y cuya misión fundamental consiste en impulsar ideas y jamás frenar el desarrollo del talento. Un trabajo ilusionante, aunque dirigir academias en 12 países muchas veces obliga a responder correos electrónicos de madrugada o en fin de semana.
Telefónica es un gigante y Wayra era, hasta ahora, un laboratorio de genios. Poco a poco, Wayra es el magma de un cambio de modelo que está llamado a transformar empresas y países. La revolución Wayra tiene un lema: “Las reglas no están escritas” y un hastag que bien podría ser una bandera: #wayrapower.