Horizonte 2020: Megatendencias

La sociedad española es la más conectada de Europa: 8 de cada 10 móviles son smartphones. Una tendencia que va a cambiar nuestro estilo de vida en los próximos años, ya que estaremos conectados desde múltiples dispositivos: El automóvil ya es el espacio preferido para el acceso a internet (57%), por delante de las gafas (42%), el reloj (39%) y el frigorífico (36%). Pero el gran desafío es alargar la esperanza de vida. El mejor ejemplo: Dispositivos que nos avisarán de cualquier disfunción orgánica, programas tecnológicos para editar el genoma humano e incluso la piel se creará con una impresora 3D. No es el futuro: Todos esos avances ya están aquí. También las enormes dudas sobre el control de la privacidad y la seguridad de nuestros datos. Reportaje publicado en la revista Yo Dona (ver reportaje: Revista Yo Dona 13 junio 2015).

Todo va a ocurrir tan rápido, que será como un abrir y cerrar de ojos. Ignacio Villoch, experto en innovación y autor de la Aventura de Diana”, lo resume así: “Los próximos cinco años van a estar definidos por la transformación digital: Como grandes catalizadores del cambio están Internet de las Cosas, con mas de 50 mil millones de dispositivos conectados entre sí, unido al Big Data, es decir, a la información que aportan todos esos gadgets y que podremos convertir en conocimiento y en procesos de automatización. Como tecnologías transformadoras, la impresión 3D y los nuevos materiales -nanoestructuras, biomiméticos, wearables conectados- van a cambiar nuestra forma de vivir y relacionarnos. Encontraremos respuesta a algunos desafíos pendientes del siglo XX”.

Repasamos ahora los conceptos claves para entender qué nos depara el horizonte 2020.

Internet de las Cosas
La conexión a Internet a través de objetos de uso cotidiano es lo que se conoce como “Internet de las cosas”. Es decir, que ya no accederemos a Internet solamente a través de un ordenador o del teléfono móvil, sino que el coche, el reloj, la ropa y los electrodomésticos también estarán conectados. Nada más y nada menos que la próxima revolución industrial.

Usaremos múltiples dispositivos para pagar en las tiendas, vigilar nuestra salud, hacer deporte, reducir el consumo energético, relacionarnos o trabajar. Sin duda, el vehículo inteligente será el gran protagonista: El 81% de los conductores afirman que su próximo coche tendrá conexión a Internet. Los fabricantes se enfrentan a retos colosales: Los primeros vehículos sin necesidad de conductor se comercializarán en 2020. Entre ellos, el coche de Google.

Veremos coches conectados, autónomos y también coches que vuelan. Carlos Matilla, un joven estudiante español de Ingeniería naval y aeronáutica, ya tiene el prototipo del primer coche aéreo español, con alas y biplaza, que supera los 400 kilómetros hora y realiza el viaje ida y vuelta Madrid-Barcelona sin repostar.

La revolución tecnológica traerá modelos de negocio que no habíamos imaginado. Los wearables constituyen sólo una parte de esa revolución, porque el magma del volcán es el uso de los datos. El último informe de la sociedad de la información de Telefónica calcula que en 2014 se vendieron 50 millones de wearables en el mundo, las ventas alcanzarán los 90 millones en 2015 y se llegará a 250 millones de aparatos en 2017.

Wearables

Los wearables son todos los dispositivos o sensores electrónicos que tienen capacidad de conectividad. Por ejemplo, causan furor las pulseras y brazaletes que miden la actividad física, los relojes inteligentes o las gafas. Google está trabajando en lentes de contacto inteligentes para diabéticos.
Aunque usted piense que no los necesita, acabará usándolos, porque le pueden salvar la vida. Por ejemplo, permiten al médico el seguimiento al instante del paciente.
Llevaremos sensores en la ropa, en la piel e incluso intracorporales. La revolución tecnológica incluye parches de Dexcom que envían los datos a un reloj, tableta o teléfono de Apple. A través de un pequeño chip, se podrá realizar medición de glucosa, activar sistemas de alerta ante riesgo de infarto o simplemente recordar que hay que tomar una medicación. Es decir, que los wearables serán vitales para enfermos crónicos.
De hecho, 7 de cada 10 millenials (entre 18 y 34 años) confirman que se comprarán un wearable, aunque no están resueltos los grandes desafíos: privacidad y seguridad. El sector de la banca quiere liderar la investigación tecnológica en esas áreas. Precisamente esos dos “agujeros” crean oportunidades gigantescas a los publicistas: Los wearables transmiten datos exactos sobre nuestros gustos e intereses y así podrán llegar a la segmentación personalizada.

Big Data
Los objetos vinculados al Internet de las Cosas generan un volumen ingente de información. Entre los líderes del Big Data en España se encuentra Consuelo Gonzalo, profesora de la Universidad Politécnica de Madrid, especializada en el desarrollo de nuevos algoritmos de redes neuronales. Actualmente participa en el proyecto Rethink Big, cuyo objetivo es diseñar la hoja de ruta del Big Data en Europa “para ser competitiva a nivel mundial en las tecnologías de hardware, networking y algoritmos”.
La ingeniera de los datos es la ‘fiebre del oro’ del siglo XXI. De esa revolución ya ha surgido una nueva profesión: Los data scientist. Esteban Moro, investigador del Instituto de Ingeniería del Conocimiento, explica que un experto en Big Data “es el científico que usando herramientas matemáticas y estadísticas convierte los datos en valor para tomar decisiones en un contexto social, empresarial o económico”.
Variaciones en el genoma humano, predisposición a enfermedades, pasando por tendencias globales de consumo, ya se analizan con Big Data. Ana Belén Castillo Belmonte Data science UTA, socióloga en el CSIC, es data scientist de la primera promoción de la UTAD. Experta en análisis de audiencias de televisión, demografía y estadística, confirma que existe un boom en la demanda de este nuevo perfil profesional: “Grandes empresas españolas buscan data science con 3 años de experiencia, pero en España prácticamente no existen. Equivale a buscar una aguja en un pajar”.

Open Data
España se encuentra entre los cuatro países del mundo con más catálogos de datos públicos abiertos y portales oficiales sin restricciones de derechos de autor, patentes u otros mecanismos de control. De esta forma, Alex Torres, vicepresidente de Innovación de Moovit, ha creado una aplicación para el transporte móvil local que agrupa líneas de metro, autobús y tren, con horarios y ruta recomendada, en función de la hora o situación del tráfico. Esta aplicación ya está presente en 500 ciudades, con 15 millones de usuarios en 50 países. Empresas públicas españolas están impulsando la reutilización de la información, por ejemplo, para el sector turístico.
Madrid será la sede de la próxima Conferencia Internacional de Datos Abiertos los días 6 y 7 de octubre de 2016.

Impresoras 3D
La empresa catalana Natural Machines lanzó al mercado en 2014 Foodini, la primera impresora 3D que permite fabricar comida y que, en lugar de usar tinta, se carga con cápsulas que contienen los ingredientes. Una revolución mundial concebida en España, aunque la fabricación se lleva a cabo en China. El objetivo es que la impresora que fabrica alimentos y se conecta a Internet para compartir recetas, sea finalmente un objeto más en el menaje de cualquier cocina.

Bioimpresión
Ya se puede fabricar tejido humano de manera rápida y fiable. Por ejemplo, se puede reconstruir una piel de raza negra u otra muy sensible al sol, lo que abre paso a curar enfermedades o desarrollar tratamientos anti edad. El centro tecnológico asturiano Prodintec se ha convertido en la firma líder en Europa en la bioimpresión, es decir, en la fabricación de tejidos y órganos humanos, en proyectos integrales que combinan ingeniería, tecnología y ciencia. Por ejemplo, se esperan avances muy innovadores en oftalmología en tan sólo cinco años, lo que supone que podrán crear un ojo a medida. Reproducir un pulmón o un corazón con la impresión 3D será el gran desafío que alargue nuestras vidas. Avances revolucionarios que incluyen patentar nuevos biomateriales.

El mejor ejemplo de los grandes cambios de nuestra era tiene nombre de mujer: Las investigadoras Emmanuelle Charpentier (Francia) y Jennifer Doudna (Estados Unidos) han sido galardonadas con el premio Princesa de Asturias 2015 por desarrollar una tecnología de edición genómica que permite reescribir el genoma y corregir genes defectuosos con un nivel de precisión sin precedentes y de forma muy económica. Su herramienta supone una revolución en el campo de la biotecnología.

Otras megatendencias: El futuro ya está aquí 

Gamificación: El estudio y desarrollo de nuevos tipos de juegos y clases de jugadores se ha convertido en una gran industria y se prevé un aumento espectacular de su cuota de mercado con fines educativos y comerciales.

Crowfounding: La financiación colectiva de un proyecto se ha convertido en una alternativa de viabilidad para emprendedores. Según datos de la Asociación de Empresas y Profesionales del Crowfounding en España, “el mercado europeo de financiación alternativa creció un 144% el pasado año hasta casi alcanzar los 3 mil millones de euros y podría superar los 7.000 millones en 2015”.

Drones: El uso de aviones no tripulados se está generalizando en áreas como la Defensa o la mensajería urgente. Endesa ha comprado 14 drones para revisar las líneas eléctricas en España y su utilidad es evidente en publicidad o en incendios y catástrofes. Pero los drones también son un artículo de lujo doméstico, para conseguir los mejores selfies. Se estima que su comercialización puede generar un volumen de negocio de 800 millones de euros en los próximos cinco años en todo el mundo.

Smart cities: Ya está en marcha la competición por ver qué lugares del mundo mejoran la calidad de vida de los ciudadanos a través de todas las ventajas que ofrece la tecnología. Innovación ambiental, eficiencia energética, sostenibilidad y movilidad, constituyen un eje central. La transparencia de las instituciones, gobiernos participativos y el uso compartido de bienes y servicios, es otra de las claves. Se trata de averiguar si la conectividad permite que vivamos en ciudades inteligentes y también más friendly.
En nuestro país ya existe la Red Española de Ciudades Inteligentes. Según Victor Calvo-Sotelo, secretario de Estado de Telecomunicaciones, “contamos con una industria experimentada, una red de ciudades consolidada y un administración pública comprometida, lo que está permitiendo a España situarse en una posición de liderazgo a nivel internacional en el ámbito de las smart cities”.

MOOCS: La revolución digital también afecta a la formación: España está a la cabeza en Europa en el uso de tecnologías de la información en las aulas. Y otra megantendencia son los MOOCs (Massive Open Online Courses), impartidos por las universidades más prestigiosas. España es el octavo país del mundo y segundo de Europa por número de alumnos.

La era digital Yo Dona

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