Me llamo María, soy catedrática de universidad y tengo dos hijas. Durante 15 años mi marido me maltrató: yo sólo le rogaba que no me pegara delante de las niñas. Decidí buscar ayuda cuando nos amenazó con matarnos a las tres. Lo que me dio fuerza para salir era pensar que la vida de mis hijas corría peligro. El maltrato físico se olvida, pero el psicológico deja secuelas para siempre. Han pasado diez años y sigo en tratamiento por estrés postraumático, es incurable. Las víctimas de la violencia de género lo padecen, de igual forma que los supervivientes de una guerra. Ésta es mi historia. Seguir leyendo Testimonio de una mujer maltratada: Cómo sobrevivió al infierno